Ante el contagio de la irracionalidad, hoy sábado 14 de junio de 2008 se me hace imprescindible transmitir mi opinión con respecto a la absurda crisis que vivimos. Les podría hacer una breve cronología del conflicto y decirles: érase una vez un gobierno falto de liquidez que necesitando solventar los considerables gastos producidos por un dólar artificialmente alto, subsidios para servicios y combustible, pago de deuda, comprar algún que otro gobernador y hacer alguna que otra obra pública decidió un bendito 11 de marzo anunciar el aumento de las retenciones a la exportación de soja y girasol. Podría comentarles también la poco feliz forma de tomar dicha decisión: supongo que para evitar los tiempos legislativos en vez de pasar el tema por el congreso como manda la constitución se continuó haciendo uso y abuso de la reforma del código aduanero de tiempos de Onganía y la decisión la tomó el Poder Ejecutivo Nacional. Podría recordarle también que esta decisión de política económica no es estrictamente un impuesto sino justamente un tipo de medida más bien coyuntural que muchos países, del primer y del tercer mundo, toman para controlar los precios internos, fomentar otras producciones y efectivamente para distribuir mejor la renta excedente de un sector. Por lo tanto en un contexto internacional donde los precios internacionales de los productos agrícolas crecieron enormemente (obviamente que también crecieron los costos, léase fertilizantes, semillas, etc.), proceso que ha venido generando una expansión de cultivos como la soja que han ido desplazando la producción de otros cultivos y de carne y leche, no veo dónde está el absurdo de que se aumente el porcentaje que se le retiene al productor. Convengamos en que no vivimos en Cuba y esto no se trata de ningún tipo de confiscación comunista, sino sólo de una medida de coyuntura económica. Es ciertamente criticable la falta de diferenciación por tamaño de productor para la aplicación de dicha medida puesto que "el campo" que hoy se presenta homogéneo, va desde pequeños productores que cultivan 20 hectáreas (ninguno de éstos igual se muere de hambre) a aquellos grandes pooles de siembra que traducido significa empresas o particulares que poseen grandes extensiones de tierra en distintas zonas del país y que las arrienda a otros productores pequeños o medianos. En la cima de la estructura campestre se ubican 10 enormes empresas que conforman un oligopolio que controla la importación de semillas y fertilizantes y sobre todo la comercialización de los granos.
Cuál fue el primer error del gobierno entonces? No haber presentado la cosa como un aumento del 15% a estos grandes monstruos como Cargill ( factura 12.000.000.000 al año en nuestro país), Bunge y Born, Aceitera General Deheza, ADM, Vicentín y otros, mostrando claramente los números que facturan cosa que nadie pudiera lamentarse por la mayor presión fiscal que sufrirían y un aumento del 5% al otro extremo de la cadena, los que menos producen.
Cuestión que el gobierno aplicó una estrategia discursiva muy poco lúcida y logró que estos actores tan disímiles se juntaran y fueran creciendo y ganando el apoyo de una opinión pública que no entiende absolutamente nada de retenciones pero sí entiende de gorilismo recalcitrante o de un amor desconocido e incondicional por el campo.
Aquí llegamos en realidad al punto que me incitó a escribir: a estas alturas del conflicto, 90 días de inestabilidad económica, cortes de ruta y desabastecimiento poco importa la historia del conflicto, lo que verdaderamente importa es que nuestro país tiene una seguidilla de gobiernos democráticos derrocados por los militares o por el "pueblo". Y esto va más allá de que te llamo golpista y entonces me ofendo y bla, bla ,bla esto tiene que ver con que Alfonsín no llegó a terminar su mandato por una enorme (mucha más grave que esta) crisis económica, Menem zafó a fuerza de corrupción y aniquilación de las fuerzas productivas nacionales y le pasó el bardo a De la Rúa que tampoco llegó a terminar su mandato por la peor crisis de todas. El punto es que pasada esa última crisis irremediable ningún reclamo sectorial debería tener más peso que la estabilidad de un gobierno democráticamente elegido. Y aclaro por si alguno está sospechando de que me mueva un sentimiento pro kirchnerista, que voté a la Coalición Cívica porque hasta el año pasado estaba convencida de que eran una fuerza con voluntad de cambio, con dirigentes honestos y ubicados. Pero lamentablemente estoy arrepentida porque hoy Elisa Carrió y los otros dirigentes del partido están demostrando el más bajo oportunismo político, incentivando la inestabilidad.
No puede ser que frente a la decisión del gobierno de hacer uso de la fuerza para terminar con los cortes de ruta, que vale aclarar van en contra de la libre circulación y por tanto de la Constitución, mediante una represión totalmente civilizada donde sólo había un camión hidrante y dónde el único herido que se vio fue un gendarme, salga toda la gente acomodada de Belgrano y Barrio Norte a cacerolear y los taxistas reclamen que se vaya Cristina. Esta actitud demuestra una hipocresía tan grande que es asombrosa: si el Estado reprime a mansalva a piqueteros está todo bien pero si reprime de acuerdo a la ley sin derramar una gota de sangre, las señoras paquetas cantan el himno y corean gobierno represor? No gente, yo tengo una lista enorme de críticas al gobierno, pero no se puede avalar que un sector lleve su reclamo a sus máximas consecuencias importándole un comino si no queda un solo litro más de leche o si la maldita especulación financiera vuelve a aparecer descontrolando el mercado y generando otra corrida y que la inflación se vaya al diablo. Porque no les parece que los por lo menos 8.000.000 de pobres que hay tienen razones un poquito más de peso para salir a la calle pero no salen porque llevan años y años de resignación, y en vez de que éste sea el tema central en la boca de todos y en todos los medios estamos hablando todos de que si los productores ganan un poco menos o no?
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1 comentario:
muy lúcida como siempre su opinión doña Napoleona. Veremos qué pasa ahora con el honorable congreso.
Nada que ver, pero INCREIBLE lo de la UE y los inmigrantes, recién acabo de leer la carta de Evo. No se aprende nada..
en fin.
cuándo nos vemos!?
beso!
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